Desde 1992 fabrican dulces artesanales según las recetas y métodos tradicionales de la tierra. Con el paso del tiempo se han adaptado a las nuevas tecnologías de fabricación, manteniendo el amor y respeto a su profesión. Continúa perpetuando el sabor de aquellos dulces caseros que sus antepasados realizaban alrededor a un horno de leña con mimo y paciencia.
Su secreto está en la receta que sigue viva y se traduce en exquisitos dulces. Ofrecen una verdadera experiencia, que con un solo bocado se trata de un placer para lo sentidos y una gozada para el paladar más exigente.