Desde el 2005, tres hermanas se pusieron manos a la obra para abrir las puertas de Dulces La Calero y aunque ahora es una de ellas la encargada de llevar el negocio adelante manteniendo la esencia de los dulces que elaboraban sus padres en casa. Fríen en peroles todos los productos, algo que se nota a la hora de la degustación. Sus elaboraciones estrellas son las abuelas de miel, los pestiños, gañotes, piñonates, hornazos, magdalenas, roscos de huevo y orejas de abad, un dulce típico del Condado de Huelva.
Utilizan materias primas de primera calidad, con miel pura, sin azúcar, con especias que muelen ellas mismas y limones que recolectan. Es un dulce casero al 100% que no lleva conservantes ni colorantes.
